En aquel Febrero de 2005 hice un viaje relámpago -llegue a Boston un jueves y me volví un domingo- para participar del Admit Weekend de MIT. Se trata de un fin de semana donde los aplicantes admitidos pueden conocer la universidad, asistir a clases, ver las opciones de alojamiento en el campus, preguntar a los alumnos sobre su experiencia y en definitiva ver, como dicen aca, si hay "fit" o sea si uno piensa que encaja en la cultura y en la forma de vida de la universidad.
Dio la casualidad que justo ese fin de semana, ese sábado, era mi cumpleaños numero 29. Y si bien hice lo posible por celebrarlo en algún lado, las circunstancias conspiraron en mi contra. Un problema era que no conocía a nadie. Me quedaba la chance de invitar con unos tragos a los que estaban por ahi como yo, en bolas conociendo la universidad, y seguro que alguno se prendía. Pero justo ese sábado se largo la nevada del siglo, y como la casa del flaco que me alojaba quedaba tan lejos nos tuvimos que volver temprano antes de que la acumulación de nieve pusiera las cosas peor. Esa noche el flaco tenia un compromiso con su novia y no se que tema mas, asi que me quede solo en la casa, viendo tele, con un frio de cagarse...el dia de mi cumpleaños.
Con lo que me gusta festejar, esa anécdota me quedo marcada. Quizas hasta haya sido una de las razones por las que decidi posponer mi mudanza a Boston por un año. Sea como fuere, el festejo que organice para hoy a la noche es una revancha, una pequeña muestra de conquista de una ciudad que al principio me resulto ajena.
En el Muddy Charles, el pub mas celebre y tradicional de MIT, esta noche recibo a mas de 50 invitados, para tomar vino, cerveza y comernos unas ricas empanadas argentinas, y soplar las 32 velitas que me corresponden. Gente de todo el mundo que conoci haciendo el MBA, amigos del Club Argentino, gente Harvard, BU, y otras universidades, otros que conoci en las fiestas latinas de todos los meses, y otros conocidos de "la vida" bostoniana.
Obvio que extraño mucho a mi familia y a mis amigos de toda la vida, y que ellos no van a estar esta noche. Pero eso no impide que se celebre como la Cultura del Festejo manda, sobre todo cuando hace 3 años aca estaba mas solo que Kung Fu.
Este relato no estaría completo si no muestro la tarjeta que encontré hoy sobre la mesa cuando me desperte. Si esto no es tener amigos grosos en America...=)
