En estos días esta ocurriendo aqui un debate fenomenal sobre el "stimulus bill" que es como se le llama al plan de casi 900 billones de dólares que Obama impulsa para reactivar la economía. En síntesis, los conservadores (los republicanos o sea la derecha económica americana o liberales para nosotros) quieren que el paquete sea por menos plata, que se priorice la reducción de impuestos a la clase media por sobre el gasto, y que se invierta sólo en reactivación de industrias y proyectos de creación de empleo (en oposición al gasto de welfare que se le llama a la asistencia social). Quieren que el paquete se limite a dar una inyección de confianza pero dejando al Estado lejos de la intervención en los mercados. Más plata en la mano de la gente, y después que ellos decidan, el ABC del laissez faire. Los "liberals" demócratas (que para nosotros en lugar de liberales son progresistas, a no confundir la terminología) ven la oportunidad de aumentar en gran medida la acción estatal en educación, salud, infraestructura y asistencia social. Menos reducción de impuestos (o quizas hasta más impuestos en el futuro) y más presencia del estado regulando y gastando. Por ahora Obama viene ganando, cosa esperada ya que hace menos de 10 días que asumió y tiene un apoyo popular muy fuerte, pero en el House of Representativs (nuestra cámara de diputados) no consiguió el apoyo de ni un sólo republicano.
Este debate, y la falta de acuerdo en dos partidos que desde mi punto de vista son muy razonables y maduros, me dejó pensando en la vigencia de la dicotomía izquierda y derecha. La visión de ambos grupos sobre lo que significa el contrato social, y hasta donde hay que intervenir para equilibrar la balanza del mercado es muy diferente, y ni aun en sociedades muy avanzadas hay acuerdo. Si bien yo creo que la buena gestión es la clave de los gobiernos (como dijo Obama: The question we ask today is not whether our government is too big or too small, but whether it works), aún si nos enfocamos en este punto no hay acuerdo. Los republicanos dicen que la gestión eficiente de tanta plata gastada junta (900 billones) es imposible, que en definitiva se llevan más quienes hacen mas lobbby. Y los demócratas dicen justamente lo contrario: que la gestión de "la mano invisible" demostró sus falencias sin un estado fuerte.
Mi opinión: no es cierto (como dice por ejemplo Rozitchner) que la clasificación izquierda y derecha esté obsoleta, responde a dos formas distintas de ver el mundo. La buena gestión puede acercar posiciones pero el debate siempre continúa. Y creo que es saludable la alternancia de posiciones. Lamentablemente nosotros tenemos el peronismo, que es todo al mismo tiempo (depende de quiene tenga el poder y al caja) pero sobre todo es mala gestión (y ni hablar los radicales). Justo el atributo que sirve como dije antes para acercar posiciones.
Thursday, January 29, 2009
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