Friday, February 13, 2009

Milk en el Castro



Ahora que se vienen los Oscar me acordé de una linda anécdota vinculada a la peli Milk, en la que actúa Sean Penn y que es además una de las candidatas a ganar más premios.

Resulta que en una noche de Octubre estábamos con Euge recorriendo el barrio The Castro en San Francisco. El Castro es, por decirlo de alguna forma, la meca gay. Entre las décadas de los 60s y 70s pasó de ser un barrio obrero a congregar a una de las comunidades homosexuales más grandes del mundo. El Castro se convirtió en un símbolo gay y desde alli surgieron muchos movimientos militantes a favor de los derechos homosexuales. Harvey Milk es el activista más conocido que actuó en el Castro, a donde se mudó a mediados de los setenta para primero poner una tienda fotográfica y luego postularse varias veces en elecciones municipales. Milk tuvo el gran mérito de ser el primer político abiertamente homosexual en conseguir un cargo público en USA. Cuando lo asesinaron en 1978 a menos de un año de tomar su puesto como city supervisor (una especie de jefe comunal) se convirtió en el mártir de la comunidad gay. De esta historia se trata la película que protagoniza Penn y que te recomiendo mucho si no la viste todavía.

Volviendo a nuestro paseo aquella noche, ni bien llegamos a la esquina de la calle Castro y Market vemos una gran fila esperando para entrar en el célebre teatro Castro. Nos enteramos entonces que estaban pasando una de las primeras funciones de Milk. De hecho hacía pocos días Penn, Josh Brolin, Diego Luna y el resto de los actores del film habían estado en el mismo teatro para la premiere mundial. Sin dudarlo sacamos los tickets.


Ver Milk en el mismísimo teatro Castro, que aparece en muchas de sus escenas, fue una experience genial. El cine estaba repleto y con Euge habremos sido parte del 1% heteroxesual de la audiencia. Antes de empezar un viejito en el escenario tocó un par de temas en un órgano antiquísimo (no joke intended) y luego apareció en dueño de cine para hacer la introducción de la película. Sus palabras fueron emocionantes porque relató un poco la historia de la lucha por los derechos gay, la discriminación que enfrentaron y lo importante que fue Harvey Milk para el activismo de la comunidad. Hubo muchos aplausos y alegría.

Termino diciendo que la lucha gay en San Francisco y en Estados Unidos en general esta totalmente ganada. No existe la discriminación, nadie va a ser rechazado de un trabajo o puesto por su condición homosexual y nadie cree que se trate de una enfermedad. Por supuesto que hay una mínima minoría que sigue discriminando, pero esto es tan inevitable como que existan skinheads en Europa. La igualdad gay llevó a que barrios como el Castro, con todos sus excesos parezcan de otra época, una donde los gays se sentían amenazados y entonces mostraban su resistencia haciendo una exibición pública constante y exagerada de su homosexualidad. El Castro es ahora más un museo que un reflejo de la realidad gay, que por suerte aqui ya no se diferencia de la realidad heterosexual. Es una sola, la realidad humana.

1 comment:

Julian Dipp said...

Todavía no tuve oportunidad de ver la película, pero apenas pueda lo voy a hacer.
Negar la homosexualidad o catalogarla de enfermedad es negar la historia de la humanidad. Ya desde los tiempos de la antigua Grecia y más aún en la época de esplendor del imperio romano que existen datos fehacientes sobre existencia.
El día en que el ser humano pueda aceptar las diferencias del prójimo y convivir con ellas va a ser el día en que todos podamos vivir en verdadera paz.