Nosotros y ellos

Los términos "nosotros" y "ellos" sólo tienen sentido juntos. Somos nosotros en la medida que hay otras personas que son ellos, o sea que necesitamos de ellos para explicar nuestra identidad.
Muchas veces esta distinción precede a la aplicación de una doble moral: los individuos aprueban medios de promoción de su causa que jamás justificarían para el grupo foráneo. Acciones idénticas reciben nombres diferentes, y son elogiadas y condenadas según quién las realice.

Caso actual: la posición de kirchnerismo sobre los superpoderes. Cuando eran oposición los condenaban...ahora los necesitan. Obviamiente se trata de que son buenos cuando los tengo yo y malos cuando los tiene el otro.

Pero dando un paso más en el análisis, descubirmos que el nosotros y el ellos son distinciones necesarias para que la sociedad pueda funcionar, no pueden evitarse y los seres humanos las necesitan para desarrollar su acción. Lo que pasa es que la hostilidad entre los grupos puede resolverse de tres maneras:

1. Cismogénesis simétrica: cada una de las partes reacciona ante los signos de fuerza del adversario (escalada de violencia). Las diferencias de opinión originarias crecen hasta convertirse en una brecha tan grande que ninguna de las partes puede atravesarla. Les suena parecido al conflicto por las papeleras?
2. Cismogénesis complementaria: una de las partes afirma su decisión antes ciertos signos de debilidad de la otra. La debilidad de una parte se acrecienta en relación inversa a la seguridad y arrogancia de la primera. Conduce a la ruptura de la relación. Ejemplo: situación de k y la oposición política.
3. Reciprocidad: ambas partes tienen algo que ofrecer que la otra parte necesita, y ambas lo reconocen y se contrabalancean constructivamente. Permite el equilibrio de la interacción a largo plazo.

Por lo tanto, no se trata de caer en la ingenua visión de que nuestra catástrofe como pais de funda en la exitencia de grupos antagónicos agresivos entre ellos (están en todos lados) sino en los mecanismos con que se resuelven estas disputas. Autoritarismo, intolerancia, descalificación no alientan la via de la solución por reciprocidad.