De la charla con un amigo se me ocurrio una idea interensante: los proyectos en los que uno se involucra tienen cierta potencialidad de generar anecdotas lindas que uno querra contar, y cuanto mayor es esta potencialidad mayor es el engache de uno con el proyecto.
Me explico: se dieron cuenta que uno recuerda y tiene ganas de contar muchas anecdotas de los periodos mas intensos de la vida, donde las emociones fueron fuertes y el disfrute grande? Ejemplos hay miles: los viajes, el grupo de amigos, los encuentros familiares, las aventuras del amor, etc.
Entonces, como la vida se trata de generar buenos momentos compartidos, la idea es considerar al “anecdometro” -las anecdotas que dejara la experiencia- como una forma de ver cuanto enriquese la vida un proyecto determinado. Por supuesto que hay muchos aspectos mas que entran en juego al momento de decidir encarar un proyecto. Pero igual me parece una buena idea. Es un mecanismo de pensamiento que sirve para ver si los desafios que emprendemos estan atados a nuestras ganas.
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